¿ÉTICA DE LOS QUE LUCHAN O ÉTICA DE FUNCIONARIO?

RESPUESTA A LAS DECLARACIONES DEL DECANO SERGIO CALETTI

Por CONTRAHEGEMONÍA– LA MELLA

Coordinación General del CECSo y Mayoría estudiantil en el Consejo Directivo

Tal como es de público conocimiento los estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales se encuentran en lucha. La comunidad de la Facultad no necesita preguntar los motivos puesto que estos resultan evidentes en la experiencia cotidiana de quienes nos formamos en dicha casa de estudios.


Que las Ciencias Sociales están lejos de ser una prioridad para las autoridades de la UBA y las autoridades nacionales no es novedad. Para muestra, falta un edificio y sobran subsedes deterioradas. Lo que a veces sí resulta sorprendente son las declaraciones del Decano de la Facultad, Sergio Caletti, para con los estudiantes y sus reivindicaciones.

Utilizando una táctica discursiva perversa que busca deslegitimar los reclamos estudiantiles, el Decano afirma que: a) los estudiantes rompieron adrede un vidrio para conseguir la excusa para tomar la Facultad; b) los estudiantes poseen un negocio de fotocopiadoras y apuntes para el cual pretenden $ 80.000; c) que por consecuencia de nuestras medidas los estudiantes evitamos las designaciones de renta de nuestros docentes y; d) que la toma es la causa de una disputa entre agrupaciones estudiantiles por el conflicto de las escuelas secundarias porteñas. Creemos no omitir ninguno de los argumentos esgrimidos por el Decano en sus recientes declaraciones. Al tiempo que realiza dichas afirmaciones, el Decano utiliza los canales institucionales para desinformar a la comunidad buscando alejar a los estudiantes de su Facultad aseverando que no hay clases cuando se han garantizado TODAS las clases públicas que han querido ser realizadas en el marco de la toma de las tres sedes.

Nos preguntamos: ¿Qué diferencias hay entre la táctica argumental del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para con los estudiantes secundarios y la del Decano Sergio Caletti para con los estudiantes de su Facultad? Apelando a supuestos complots y conspiraciones, al empresario y al sociólogo, los une el deber ser del funcionario para el cual toda amenaza al orden constituye el peligro y el caos, y todo reclamo que surja desde abajo y no desde oficinas burocráticas debe ser contenido y bastardeado.

Nos preocupa y nos indigna el recurso discursivo de sembrar sospecha y temor para lograr alejar a los jóvenes de las luchas de su Facultad. Es que no podemos entender de otra manera la artimaña de mencionar sumas de dinero sin explicación alguna cuando tanto el actual como el anterior decano saben fehacientemente que hemos propuesto las más diversas maneras de hacer efectivas las becas de apuntes y alimentos, incluyendo canales indirectos o a través de insumos como papel o comida. Esa táctica discursiva perversa y lamentable del Decano no hace más que pararse sobre una década de menemismo y hacer de la política un sinónimo natural de corrupción algo que, para nosotros, militantes estudiantiles, es a todas luces inaceptable.

Por otra parte, ¿puede algún docente creer que nosotros estamos en contra de que perciban sus rentas? Creemos que no necesitamos mostrar credenciales del apoyo que siempre dimos a las reivindicaciones docentes. Tampoco – y los funcionarios de la Facultad bien lo saben – de nuestra voluntad como consejeros directivos de que las designaciones o tramitaciones de nuestros docentes e investigadores sean efectivizadas. Los Consejeros estudiantiles participan semanalmente de TODAS las comisiones y sesiones plenarias del Consejo Directivo. Fue la misma Vicedecana Adriana Clemente quien en la última sesión dijo que luego de diez años como consejera directiva debía reconocer la responsabilidad que tenemos y las iniciativas propositivas que al Consejo Directivo llevamos semanalmente. Para ser sinceros, lamentamos no poder decir lo mismo del espacio político al que ella y el decano pertenecen.

Pero hay algo más que decir todavía de los comunicados de Sergio Caletti, y son las omisiones (también constitutivas de un discurso) que hace la máxima autoridad de la Facultad. ¿O acaso dijo algo acerca de los plazos fijados para la concreción del edificio único, la firma del tercer pliego, y la capacidad aulística del mismo o de las refacciones de las sedes de Parque Centenario y Marcelo T. de Alvear? ¿O acaso en alguno de sus dos comunicados reconoció que la comisión del Consejo Directivo de la Facultad en que se debía tratar el proyecto de becas de alimentos y apuntes no funciona desde hace CUATRO MESES y que son sus funcionarios y sus consejeros los que obstruyen su funcionamiento faltando sistemáticamente a su convocatoria? ¿O acaso realizó alguna propuesta para poder sostener las más de 600 becas que poseen docentes, no docentes y estudiantes hoy sustentadas únicamente por el Centro de Estudiantes? ¿O acaso reconoció que la necesidad de un comedor estudiantil para la sede de constitución es un reclamo que le hicimos llegar innumerable cantidad de veces sin obtener nunca más respuesta que “lo estamos pensando”?

Hasta el momento, y luego de tres comunicados, el Decano Sergio Caletti no dio una sola respuesta al pliego de reivindicaciones que posee el movimiento estudiantil, buscando únicamente confrontar con nosotros y nuestros reclamos.

Los estudiantes de sociales no estamos dispuestos a naturalizar que lo público sea sinónimo de deterioro. Menos aún que lo que por derecho es de todos sea mercantilizado. Esta actitud frente a la realidad social y universitaria nos valió tener un compañero imputado judicialmente y querellado por el mismísimo Rector de la Universidad de Buenos Aires. Por experiencia propia sabemos de las consecuencias de nuestras acciones, las cuales lejos de atemorizarnos permiten, a través de la bronca, revivir los lazos de solidaridad entre la comunidad de la Facultad; lazos, por cierto, que el Decano Caletti lejos estuvo de representar ante la sociedad y ante las máximas autoridades de la UBA.

La pelea que actualmente estamos dando los estudiantes de Ciencias Sociales no pretende más que el Estado, las autoridades universitarias y de la facultad garanticen condiciones dignas y seguras de cursada, así como también el acceso, permanencia y egreso de la educación universitaria pública y gratuita. La distancia entre el derecho y la posibilidad efectiva de ejercerlo conforma el abc de cualquier cientista social. Así las cosas, la lucha por el edificio único en condiciones es una bandera que las camadas de estudiantes se pasan de mano en mano desde hace más de una década; y las becas de apuntes y alimentos, y el comedor estudiantil lejos de ser delirios son banderas que el movimiento estudiantil argentino sostiene desde hace tiempo. Quien pretenda comprender todos estos problemas por la gota haciendo a un lado el vaso desconoce la historia de su Facultad y, por tanto, está incapacitado para conducirla.

Pasó un mes de la respuesta que dimos al comunicado en que el Decano nos acusaba de ser “defensores retóricos” de la universidad pública y gratuita. Y como los pingos se ven en la cancha, acá estamos nosotros, escribiendo esta respuesta desde un aula de nuestra Facultad, con la alegre rebeldía de quienes están decididos a no permutar nunca – por más que pasen los años – la ética de los que luchan por la ética del funcionario.

Buenos Aires, 5 de Septiembre de 2010

CONTRAHEGEMONÍA – LA MELLA

Coordinación General del CECSo

Mayoría Estudiantil en el Consejo Directivo