Asumir la tarea de escribir sobre la realidad cubana, a sabiendas de que es un proceso revolucionario vivo, abierto y todavía incierto, tiene sus complicaciones.
Aceptamos el desafío, precisamente porque creemos importante abrir y encender un debate en torno a la coyuntura actual de la isla.
Frente al orfanato sufrido por Cuba luego de la caída de la URSS, la isla tuvo que experimentar una larga década de autosubsistencia forzada por los obstáculos impuestos por el imperialismo yanqui y sus estrategias de desabastecimiento y bloqueo económico como táctica para entorpecer el funcionamiento del proyecto socialista cubano. Durante el denominado “periodo especial”, el pueblo cubano sufrió una serie de innumerables restricciones en materia energética, sobre todo con la caída abrupta de las importaciones de Hidrocarburos de origen soviético, que se vieron reflejadas en una baja importante de la producción de alimentos.
Para enfrentar este difícil proceso, surgió una alternativa viable desde el punto de vista económico, que se vio manifestada en la promoción y consolidación del turismo como principal fuente de divisas para el Estado cubano. De esta manera, se logro paliar parcialmente las complicaciones emergentes durante los últimos 15 años.
A pesar de la relativa recuperación económica, debido al aumento de la producción y el ascendente ingreso de divisas, logrando el autoabesticimento energético, aparecieron nuevas contradicciones representadas en las diferencias sociales y económicas que brotaron como consecuencia de la apertura indiscriminada al turismo extranjero ( la dualidad de la moneda, el crecimiento exponencial de la prostitución, la aparición de emprendimientos privados asociados al turismo y al mercado negro, etc) El propio devenir histórico de la revolución sigue lidiando cotidianamente con obstáculos, soluciones y nuevos desafíos generados por estas últimas.
Con la modificación del mapa político en Latinoamérica, principalmente personificado en las figuras de Hugo Chavez, Evo Morales, José Daniel Ortega, y Rafael Correa, la isla encuentra hoy nuevos aliados estratégicos.
Este cambio de rumbo en las políticas internas y externas de algunos países latinoamericanos, alientan la cooperación interdependiente entre estos miembros de la región y Cuba, entre quienes existen buenas relaciones diplomáticas, comerciales y de apoyo social; por ejemplo, Venezuela se declaró libre de analfabetismo gracias a la aplicación del programa educativo cubano “Yo sí puedo”.
Por otra parte, desde todos los ámbitos intelectuales, periodísticos y políticos que pregonan por la desaparición del régimen comunista en Cuba, se suele caer en algunos lugares comunes, en mitos, que alimentados desde las ideologías liberales demonizan las políticas cubanas a partir de las restricciones que yacen en la isla, contraponiéndolas con las democracias occidentales donde impera la supuesta “libertad plena”. ¿Libertad hasta donde y para quien nos preguntamos? Parece necesario terminar con estos mitos, ponerlos en tela de juicio como primera medida.
La acusación por parte de Amnistía Internacional sobre supuestas limitaciones a la libertad de prensa y de expresión bajo el régimen de los hermanos Castro, suena un tanto contradictoria si consideramos que esas mismas restricciones operan también en las supuestas democracias occidentales. Podemos citar aquí el ejemplo de Toni Negri, reconocido intelectual que debió pasar varios años preso en Italia acusado de "crímenes de asociación" e insurrección contra el estado, con una pena de 30 años de condena; donde recién en el 2004 fue librado de todos los cargos.
El derecho Internacional castiga severamente todo tipo de financiamiento exterior a una oposición interna que vulnere la soberanía nacional; tal es la situación de Cuba donde recurrentes casos de conspiración contra la revolución son denunciados por el Estado y paradójicamente esta acción legal legítima es criticada duramente por la opinión pública mundial.
Por todo esto es que no debemos confundir el concepto de libertad de mercado, de libertad económica, con las demás facetas del amplio concepto de libertad, confusión que constantemente generan las ideologías conservadoras liberales para esconder las restricciones a la libertad que ejercen todos los Estados del mundo de manera parecida.
Ante los aparentes cambios actuales que se están produciendo, luego del paso de mando de manos de Fidel Castro a su hermano y también histórico líder guerrillero, Raúl Castro, aparecen los debates e incertidumbres acerca del horizonte (o no) que está tomando el régimen socialista; ¿se está avanzando a la fase siguiente del “período de transición”, hacia un socialismo más pleno, desarrollado y con una activa participación de masas?, ¿o se están liberalizando las políticas en los diferentes ámbitos económicos, sociales y políticos que lo van acercando más a la democracia liberal, republicana y representativa? ¿la economía seguirá siendo planificada o pasará a ser gobernada por esa “mano invisible” que se llama mercado y que “auto-regula” la distribución de recursos siguiendo la lógica del sistema capitalista?
Por otro lado, tomando en consideración le retirada de Fidel del mando político, queda por resolver como llenar el vacío generacional entre la vieja camada de guerrilleros revolucionarios y los nueva cúspide de dirigentes del partido comunista cubano; ¿hay esperanzas de apertura de nuevos canales institucionales que absorban las demandas que nacen de la critica social del pueblo cubano? ¿Cómo podemos entender hoy la relación del partido con las masas?
Nos parece importante enfatizar estos interrogantes con el fin de escapar a la imagen ilusoria e intencionada, creada y reproducida por los grandes medios de comunicación donde abundan las visiones optimistas de transición hacia un tipo de democracia al estilo occidental; pero también es necesario eludir las visiones apocalípticas que con tristeza observan este proceso como el fin de la revolución.
ContraHegemonía en Ciencia Política
Página Princial
11/8/09
Cuba: Atrapado en mi libertad
¿Quiénes somos?
Buscamos abrir debates y cuestionar nuestra realidad a través de la participación en las luchas estudiantiles y de la apropiación de la Facultad como un espacio de participación y creación colectiva.
Desde que nacimos hasta ahora nuestros desafíos se fueron multiplicando. Hoy nos vemos ante el reto de formar parte de la Coordinación General del Centro de Estudiantes, de las Juntas de Carrera y del Consejo Directivo. Desafíos que asumimos con alegría, compromiso, y mucha responsabilidad. Queremos hacer de estos espacios herramientas colectivas de construcción y discusión política, donde podamos repensar el rol de la Universidad en este sistema social y unirnos para dar las luchas que sean necesarias.
Somos una de las diez agrupaciones que conforman la Corriente Universitaria Julio Antonio Mella.
Contactanos en contrahegemonia@lamella.com.ar
Desde que nacimos hasta ahora nuestros desafíos se fueron multiplicando. Hoy nos vemos ante el reto de formar parte de la Coordinación General del Centro de Estudiantes, de las Juntas de Carrera y del Consejo Directivo. Desafíos que asumimos con alegría, compromiso, y mucha responsabilidad. Queremos hacer de estos espacios herramientas colectivas de construcción y discusión política, donde podamos repensar el rol de la Universidad en este sistema social y unirnos para dar las luchas que sean necesarias.
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